El Leyma Coruña tumba a Castelló y ya tiene cita para el ascenso (95-82)

El día D y la hora H en la historia del Club Básquet Coruña ya están marcados en el calendario. El Leyma se jugará el ansiado ascenso a la ACB el próximo viernes 10 a las 21 en Melilla. Sólo 40 minutos separan a la marea naranja de subir hasta el cielo.

No falló en su última cita como local el equipo coruñés, pero se tuvo que trabajar el triunfo ante el necesitado Amics Castelló (95-82), un dignísimo rival que no tiró la toalla hasta el último minuto y se jugará la permanencia en la jornada final.
 

Fue una victoria coral, más grupal que nunca. Anotaron los doce jugadores de la plantilla. Con especial tino lo hicieron Beqa Burjanadze (14 puntos), Sebastian Aris (13) y Atou Diagne (12), encargados de liderar los parciales que acabaron con la resistencia visitante.
 

Balones a Okouo

El primer cuarto arrancó con una canasta bajo el aro del pívot visitante Okouo, una declaración de intenciones de su entrenador, el expívot internacional y también exseleccionador nacional Juan Antonio Orenga, que ordenó nutrir de balones al congoleño de 2.14m.
 

Los primeros puntos del Leyma se hicieron esperar 69 segundos. Lundqvist fintó en la línea de tres y atacó el aro con una penetración marca de la casa. Una suspensión de Aris desde 5 metros y una bandeja fácil de Barrueta completaron un 6-0 que pudo convertirse en un 8-0 con otro tiro de Aris, taponado por Okouo al límite del reglamento.

Orenga pidió el primer tiempo muerto por si acaso e insistió en su plan. Dos acciones consecutivas del gigante africano y la primera canasta de Rubén Domínguez devolvieron el 0-6 y Diego Epifanio paró el partido entre las protestas por otro tapón probablemente ilegal y una posible falta en ataque (6-8).

Los jugadores volvieron al parqué con la muñeca caliente. Cuatro triples, tres del Leyma (Aris, Huskic y Galán), devolvieron el mando a los locales, pero ahí estaban Okouo y Domínguez para mantener al Castelló en el partido pese a un gran rebote ofensivo de Barrueta (17-16).
 

La entrada de la segunda unidad favoreció a los visitantes. Manchón aprovechó una pérdida de Jakovics y Bressan completó la remontada, aunque el equipo naranja recuperó el dominio con los cuatro primeros puntos de Burjanadze, dos desde la línea de personal y otro par en el poste, hasta que Faner cerró el cuarto desde los 6.75m (21-23).

Los suplentes del Leyma se hicieron definitivamente con el partido en el segundo cuarto, un parcial claramente favorable (31-20) gracias a la irrupción de Diagne (10 puntos), que le dio a Orenga de su propia medicina.

Imparable Diagne

Jakovics primero y Álex Hernández después surtieron de balones al senegalés, imparable bajo el tablero y que acabó el cuarto sin fallo en los tiros (5 de 5). Otros ocho puntos de Beqa, dos en transición, un 2+1 que levantó a la grada y un triple, y dos aciertos más desde el arco, de Font y McDonnell, construyeron un 22-10 que puso en el marcador la primera ventaja de dos dígitos (43-33) y forzó el tiempo de Orenga.

La vuelta al parqué de Okouo, con un 2+1, las  dos primeras canastas de Stutz en el partido y un triple de Álvaro Martínez acortaron la ventaja (49-43), pero Barrueta sacó tres tiros libres con sólo cinco segundos en el marcador para cerrar un segundo cuarto casi perfecto y mandar al Leyma con +9 al descanso (52-43).

Arrancó el tercer parcial en sexta el equipo naranja, con la intención de romper definitivamente el partido. Dieron un paso adelante los titulares: Lundqvist, Aris, Huskic, Barrueta, con cinco puntos consecutivos, y de nuevo Lundqvist, de tres, elevaron la diferencia a quince (66-51) justo antes del peor momento en el partido, con el sueco como protagonista.

A falta de 4:31 para el final del cuarto, se llevó un fuerte golpe en su maltrecho hombro izquierdo tras un choque con Okouo. El médico Carlos Lariño y el fisio Eduardo Seoane saltaron como un resorte desde el banco y le acompañaron al vestuario para hacer una primera valoración. Lundqvist regresó minutos después con el brazo en cabestrillo y no volvió más a la pista.
 

Un 2+1 de Aris completó el gran parcial del Leyma (17-8) y obligó a un nuevo parón de Orenga con 18 puntos de déficit en el marcador (69-51). Golpeó de nuevo el danés, esta vez desde el arco y con un defensor delante para poner por vez primera en el partido una diferencia superior a 20 puntos (74-53).
 

Castelló firmó un 0-8 que rompió Diagne, ¿quién si no? Los visitantes se resistieron a caer con cuatro puntos más, pero Jakovics mantuvo al final del tercer cuarto una cómoda distancia de catorce, aunque no decisiva (78-64).
 

Últimos estertores

Los últimos diez minutos, arrancaron con un acierto de Font desde la larga distancia. Dos tiros libres de Galán y otros dos triples de Barrueta y Jakovics acercaron de nuevo la renta a la veintena (89-71) con 5:35 en el reloj. Ni así hincó la rodilla el equipo castellonense, dignísimo rival en una situación tan delicada –ocupa puestos de descenso– como sorprendente, vista la versión que ofreció en Riazor.

Para muestra los ocho puntos consecutivos que volvieron a apretar el marcador –sin Galán en la pista, eliminado con cinco faltas– y forzaron el tiempo muerto de Epi (89-79). No reaccionó el Leyma y el Castelló nos recordó a todos aquello de "ojo con la fiesta...". Castigó con un robo y otro triple de Rubén Domínguez que obligaron a otro parón de Epi (89-82). Cortó la sangría Burjanadze con una canasta tras rebote ofensivo y esta vez fue Orenga el que detuvo el tiempo, momento que aprovechó el ‘speaker’ Sergio Tomé para despertar a la grada.

Un robo, dos tiros libres de Pablo Hernández (93-82), el único que faltaba por anotar en el roster naranja, y una bandeja de Font sentenciaron la victoria que puede valer el ascenso. La última parada será en la Ciudad Autónoma de Melilla, el próximo viernes a las 21 horas, una cita para la historia, esta vez sí, esperemos que la definitiva. 

Las cuentas del ascenso

Las cuentas están claras: la victoria aseguraría el éxito, pero el Leyma podría permitirse una derrota en tierras africanas, siempre y cuando el Lleida gane en casa contra Menorca, independientemente de lo que haga San Pablo Burgos en Alicante porque en caso de igualar con el equipo catalán o de un hipotético triple empate, el desempate favorece al equipo coruñés.

También lograría la primera posición de la liga regular en solitario y el billete para el ascenso aunque no gane en Melilla si sus dos rivales pierden. La única combinación que no le vale es un triunfo de Burgos y dos derrotas, la suya propia y la del Lleida, el único que no tiene opciones, pero que todavía puede ser juez.