La ciudad está viviendo con intensidad y emoción un final de temporada que puede llevar a tres de sus equipos a ascender de categoría. Uno de ellos, el Deportivo Abanca, lo ha certificado este domingo en Riazor ante 14.000 aficionados. Este hito lo devolverá a la máxima categoría del fútbol femenino. Los otros dos equipos deberán de esperar para apurar sus claras opciones.
En baloncesto, el Básquet Coruña tuvo un comprensible tropiezo frente al Alicante que no le impide seguir liderando la clasificación. Restan tres partidos y siente cercano el aliento del Tizona, situado a una sola victoria de los coruñeses y el único rival en la pelea por el título que le aventaja en el basket-average. Para asegurarse su pase a la ACB, los pupilos de Epi deben de ganar los encuentros que le quedan ya que el calendario que le espera a los burgaleses es muy ventajoso para sus intereses. El último escollo para el equipo naranja debería de ser la salida del próximo sábado a Oviedo, una cancha maldita para el Leyma. Levantar ese partido podría ser definitivo pues jugará las dos jornadas finales frente a dos rivales muy asequibles (TAU Castellón y Melilla).
Y el Dépor sigue imparable en su travesía de retorno a la Segunda División. No fue fácil doblegar a la Cultural en Riazor donde la calidad individual de los coruñeses terminó decidiendo el partido. Al igual que en la jornada pasada, se quita de en medio a otro rival directo o, mejor dicho, aleja al Celta F. a diez puntos.
Así las cosas, el titulo será cosa de tres: Dépor, Barsa Atl. y la Gimnástica. Esta ecuación puede despejar otra incógnita el próximo fin de semana en donde se verá las caras el filial azulgrana con la Ponferradina, equipo que querrá asegurar en casa su presencia en los puestos de promoción. Algo similar le ocurre al Nástic que rendirá visita en León a la Cultural, que querrá agotar sus opciones para disputar los play-off.
El RCD tiene que solventar un partido difícil en casa frente al Arenteiro, una de las sorpresas positivas del curso. Los de O Carballiño llegan con un problema todavía no resuelto. De los tres porteros de la plantilla, dos están lesionados y el tercero, Pablo Brea, está cedido por el Dépor. En su día, esa cesión estaba penalizada en el caso de que el jugador se alineara frente a los coruñeses, debiendo de pagar su club de acogida una cantidad al club propietario.
Esta circunstancia abre un debate un poco tramposo. ¿Debe el RCD dejar juagar al portero y no cobrar esa cantidad? El sentido común nos dice que lo firmado, firmado está y se debe de cumplir. Otra visión nos diría que tratándose de un club gallego y la severa necesidad de alinear a Brea ya que no hay otro portero sano, ¿debería de dar el RCD un ejemplo de fair play, generosidad y mostrarse como un club caballero en esta ocasión? Si así se produce, cuanto mejor resultaría la victoria.
@pgarcia_ramos
